Vecinal Gálvez venció a Nacional y consumó un ascenso histórico

En un campeonato largo como el Jorge Daniel García, Vecinal Gálvez supo jugar bien y mantener regularidad no solamente en el juego, sino también en los resultados. Tuvo un largo invicto. Tropezó y siguió en procura de su objetivo: El zapatazo de la Joya González le dio al elenco de Vidal Rivero el ascenso por primera vez a la máxima categoría de la Liga Santafesina. 

Asimismo el dueño de casa se cargaba de faltas cerca de su jardín, Vecinal tenía tres tiros libres consecutivos a los que no les había podido sacar rédito. El conjunto de Vidal Rivero empezó primero por los cimientos, por contener a su rival y, hasta ahí, lo hacía bien. El desafío estaba en trasladar el dominio de tenencia en jugadas de riesgo para la meta de Portillo, uno de los grandes obstáculos de la tarde para el líder. Nacional cerraba bien los caminos y jugaba tranquilo, ganaba, no tenía el apriete de la psicología del deporte y los resultados.

En adyacencias del área, Cantero como un contorsionista fue punteando el balón para acomodarlo y poder sacar el tiro: Fierrazo con pierna diestra que Portillo despejó de manera monumental sobre su caño izquierdo, por la velocidad, fuerza y precisión que llevaba la pelota. En 12 minutos los visitantes empezaban a crecer y a hacer méritos para empatar.

No quepa el refrán «tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe» porque Gálvez no estaba siendo del todo avasallante. Sin embargo el espíritu de querer ponerse de pie hizo que José Sandoval busque una bocha suelta en el área y pateara con más tesón que ortodoxia, se produjo en Perezlindo un desvío que descolocó a Portillo y el sonido de cuero rozando contra la red generó el mejor sonido del fútbol que es el grito de gol: 1 a 1 a falta de 30.

El puntero insistía, quería más. Llegó un balón entre líneas al área de Nacional para Esquivel que controló, eludió al guardametas y su intento de zurda, incómodo y casi sin ángulo, dio en la pared externa del arco. El dueño de casa resistía ya por naturaleza pero con los cambios que introdujo su entrenador tenía piernas frescas en el campo, la amenaza estaba.

Corrían los 27 minutos de la etapa complementaria y Sauce Viejo sabía que con su empate parcial, más el de Atenas ante Los Piratitas -en ese momento iban 0 a 0-, ascendía ahí mismo. Llegando a los 30, el partido estaba planchado. Así era la tónica. Se apagaba el juego pero de la nada los visitantes creaban una chance de gol. Y cada vez más claras, como la de Esquivel que llegó hasta el confín de la cancha, se metió por derecha hasta quedar mano a mano con Portillo, pudo definir él pero lo vio a Aiello solito y solo, le entregó un pase raso, paralelo a la línea de gol y el 18, con los 7,32 x 2,44 sin resguardo, marró lo que era el tanto del ascenso.

Y llegaría otra más sobre los 36 minutos: Centro a media altura desde la izquierda a la zona del recuadro chico, Montoro la sacó para un costado y ejecutó. Quiso asegurar y le dio tan fuerte como tan abajo que la bola no tuvo más remedio que pasar como un misil por encima del horizontal del arco Albo. Otro gol perdido era otra oportunidad desperdiciada más de acercarse al objetivo.

Pasando los 40, con el reloj que apremiaba y no determinaba nada, Vecinal Gálvez decididamente pasaba por encima a su adversario, aunque no podía hallar ese gol que le diera el triunfo. En los últimos minutos de un juego siempre reina la incertidumbre en el ambiente de que algo puede suceder. Y más en instancias de definición.

Así lo entendió Daniel Vidal Rivero que mandó al terreno de juego a uno de sus goleadores pisando los 48 minutos. Joaquín González tenía escrito su destino: Primera pelota que tocó la Joya, la ubicó para su pierna diestra -más que pierna fue un guante diestro-, y dos metros antes de la medialuna, recto a la posición del golero de Nacional, le prendió mecha al arco para ponerla junto al palo izquierdo de Portillo. Gol y a otra historia.

Tan brava era la película para la institución de Sauce Viejo que el juez del encuentro, Mendoza, levantó sus manos, pitó su silbato con vehemencia y todos, propios y extraños, creyeron que había terminado el partido. No fue así, estaba pidiendo una pelota. La visita, tanto jugadores como hinchas, ya habían empezado a festejar. Sólo fue un amague.

Sobre el final el Nacional de Pettiti tendría un tiro libre peligrosísimo para las aspiraciones azulgranas. Allí fue donde se hizo gigante la imagen de Chalela para ir a cortar con los puños un centro que cayó entre el punto penal y el área chica. Se tomó un minuto para ponerse de pie, acomodó, sacó, la pelota estaba por los cielos y el pitazo -ahora sí- concluyente de Mendoza fue la más maravillosa música para la Vecinal: Gol agónico para estirar la ventaja sobre el tercero y ascenso a la máxima división de la Liga Santafesina, el primero en sus 56 años de vida.

SÍNTESIS DEL PARTIDO

Nacional     1:   1. Facundo Portillo, 2. Jorge Lescano, 3. Kevin Ruiz, 4. Mirko Mansilla, 5. Diego Espinosa, 6. Matías Espinosa, 7. Facundo Chacón, 8. David Maya, 9. Facundo Preattoni, 10. Gerónimo Vega y 11. Sebastián Perezlindo.   DT:   Martino Pettiti

Suplentes:   12. César Giménez, 13. Aaron Leiva, 14. Brian Carrizo, 15. Javier Salinas, 16. Facundo Calvet, 18. Agustín Vega.

Vecinal Gálvez   2:   1. Sergio Chalela, 2. Víctor Barbero, 3. Alecio Paravan, 4. Germán Coggioli, 5. Diego Vallejos, 6. Federico Montoro, 7. Matías Adjadj, 8. Agustín Márquez, 9. José Sandoval, 10. Agustín Cantero y 11. Manuel Esquivel.   DT:   Daniel Vidal Rivero

Suplentes:   12. Nicolás Lencina, 13. Santiago Portero, 14. Marcelo Rolón, 15. Gastón Maidana, 16. Joaquín González, 17. Sebastián Vega y 18. Gian Aiello.

Goles:   43 PT Gerónimo Vega (N), 14 ST José Sandoval (VG) y 49 ST Joaquín González (VG)

Árbitro:   Hernán Mendoza

Estadio:   Cancha de Nacional

Fuente: Liga Santafesina – Foto: Ariel Maradona