Un remisero galvense contó que lo quisieron apuñalar

El hecho, según relató, ocurrió en cercanías del Hospital nuevo tras tomar pasaje en el Balneario Carancho Triste. Fue perseguido por una moto azul.

Un remisero galvense contó a través de la redes sociales que sufrió una situación indeseable cuando llegó a la ciudad a tomar pasaje a la salida del balneario Carancho Triste ayer domingo por la tarde.

«Llegar a casa poder abrazar a mi hijo tan fuerte hasta sentir que estoy bien y vivo después de un día de esos que decís que a vos nunca te van a pasar hasta que un día te pasa. Encontrarte con estos asesinos que por dos pesos o no se por qué diablos se creen dueños de la vida de los demás» comenzó el relato de Martín Acevedo.

«Aproximadamente 20 fui a buscar pasaje de mi ciudad de Gálvez a Coronda (al Carancho Triste). Cuando salíamos del balneario nos cruzó una moto Titán azul con dos ocupantes los cuales nos insultaron de manera grosera. Ahí hiciemos caso omiso y continuamos viaje por la calle que sale del balneario y al llegar a la intersección del Nuevo Hospital otra vez la misma moto con estos dos sujetos nos dio alcance. Nos cruzó la moto pegado a mi ventanilla (la del conductor). El conductor de la moto siguió con los insultos y seguidamente se levantó la remera y sacó un arma blanca de unos 20 centímetros» prosiguió el remisero.

«Me tiró una puñalada ya que yo venía con el vidrio de la ventanilla bajo. Gracias a Dios la pude esquivar mientras este sujeto, que vestía remera camuflada volvió a querer tirar la segunda puñalada y su compañero se dio cuenta que tiraba a matar a la altura del tórax. Allí logró desviarle la mano y así logré acelerar el vehículo y salir del lugar dando aviso a un patrullero que se encontraba sobre ruta 11» puntualizó la víctima de la agresión.

«La policía salió a buscar a los agresores. Hoy puedo decir que salí a trabajar como cada día de mi vida y me encontré con la muerte misma delante de mis ojos. Gracias a Dios lo puedo contar mas allá del susto pero créanme que de esa cara y esa mirada de no me voy a olvidar en mi vida. Hoy la pude contar, no era mi momento. Dentro de todo el que andaba con este asesino se apiadó y terminó desviando por centímetros la segunda puñalada. En el auto venían tres mujeres y un niño» finalizó.