Este jueves 30 de Setiembre se celebra tanto en Coronda como en la ciudad capital de la Provincia, el día del Santo Patrono (de San Jerónimo). Habrá a las 8 habrá un repique de campanas, a las 9 comenzará la feria de platos, a las 10 se dará la celebración de Misa, a las 16 una caravana de automóviles por calles de la ciudad, y desde una hora antes, a las 15, actividades en la plaza, organizadas por la Municipalidad, donde se destacan la venta de tortas fritas y ante la llegada de la caravana música en vivo.
En la cartilla informativa, desde la Iglesia solicitaron «colaboración con la donación de algún plato dulce o salado. Esa donación la deberemos traer el jueves 30 desde las 9 hasta las 13 horas -cuanto antes la traigan, nos favorece para poder venderla-. Pero si su donación no necesita refrigeración la pueden traer el miércoles 29 desde las 16 a 19 horas, lo que donen deberán ponerlo en bandejas descartables».
¿Quién fue San Jerónimo?
Eusebio Hierónimo de Estridón o Jerónimo de Estridón (Estridón, Dalmacia, c. 340 – Belén, 30 de septiembre de 420), San Jerónimo para los católicos y ortodoxos, tradujo la Biblia del griego y el hebreo al latín. Es considerado Padre de la Iglesia, uno de los cuatro grandes Padres Latinos. La traducción al latín de la Biblia hecha por San Jerónimo, llamada la Vulgata (edición para el pueblo), ha sido, hasta la promulgación de la Neovulgata, en 1979, el texto bíblico oficial de la Iglesia católica romana.
San Jerónimo fue un célebre estudioso del latín en una época en la que eso implicaba dominar el griego. Sabía algo de hebreo cuando comenzó su proyecto de traducción, pero se mudó a Belén para perfeccionar sus conocimientos del idioma. Comenzó la traducción en el año 382 corrigiendo la versión latina existente del Nuevo Testamento. Aproximadamente en el año 390 pasó al Antiguo Testamento en hebreo. Completó su obra en el año 405. Si Agustín de Hipona merece ser llamado el padre de la teología latina, Jerónimo lo es de la exégesis bíblica. Con sus obras, resultantes de su notable erudición, ejerció un influjo duradero en la forma de traducción e interpretación de las Sagradas Escrituras y en el uso del latín como medio de comunicación en la historia de la Iglesia.
Es considerado como un santo por la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa, la Iglesia luterana y la Iglesia anglicana.
Estudio de escrituras
Probablemente se abstuvo de estudiar literatura clásica durante mucho tiempo y comenzó un estudio profundo de las Escrituras. Esto fue influenciado por el Obispo de Laodicea, Apolinario, que enseñaba en Antioquía en ese entonces, antes de ser acusado de herejía.
El deseo de Jerónimo de una vida ascética en penitencia lo llevó a ir al desierto de Chalkis, al suroeste de Antioquía, por un tiempo.
San Jerónimo uno de los cuatro doctores de la iglesia
Este lugar, habitado por muchos ermitaños, se llamaba Thebida siria.
Probablemente durante su estancia en el desierto, Jerónimo también encontró tiempo para trabajos académicos y literarios y, con la ayuda de un judío convertido, intentó aprender el idioma hebreo.
Es posible que durante este período Jerónimo estuviera en contacto con los judíos de Antioquía y ya estuviera interesado en el Evangelio de los hebreos, considerado por ellos como la fuente del Evangelio de Mateo.
A su llegada a Antioquía en 377, 378 o 379, Jerónimo fue ordenado sacerdote por el obispo Paulino, pero aceptó a regañadientes y con la condición de que todavía pudiera llevar una vida ascética.
Poco después se fue a Constantinopla, donde permaneció probablemente dos años para continuar sus estudios bíblicos bajo la guía de Gregorio de Nazianzus.
Los siguientes tres años (382-385) Jerónimo pasó de nuevo en Roma, en estrecho contacto con el Papa Damasco y destacados cristianos.
La Vulgata
Entre otros deberes, Jerónimo también se comprometió a revisar la traducción latina de las Sagradas Escrituras sobre la base del Nuevo Testamento escrito en griego y del Antiguo Testamento escrito en hebreo.
De esta manera, quería eliminar las claras discrepancias presentes en los textos occidentales de la época.
Antes de su traducción, todas las traducciones del Antiguo Testamento estaban basadas en la Septuaginta.
Sin embargo, contrariamente a los llamamientos de otros cristianos (incluido Agustín), Jerónimo decidió no basar su traducción en la Septuaginta, sino en el Antiguo Testamento hebreo.
La traducción de la Sagrada Escritura del griego al latín, llamada Vulgata (del latín Vulgatus – común, extendido) marcó un curso a largo plazo de la actividad científica de Jerónimo y es uno de sus logros más importantes.