Las 24 horas posteriores a la fuga de ocho internos de la Unidad Penitenciaría 11 de Piñero fueron intensas. Tres fueron los evadidos recapturados: Sergio Cañete, Joel Rojas y Alejandro Schmittlein.
El hombre del millón es quien, al parecer, planificó esta fuga arriesgada y de una osadía inusitada, Claudio Mansilla, alias Morocho y a quienes sus pares califican de “impiadoso” a la hora de ejercer coerción y violencia.
Los evadidos Cañete y Rojas fueron hallados en la madrugada del lunes en el baúl de un auto en el barrio Cabin 9, de Pérez. Como saldo de este procedimiento también fue detenida la mujer que conducía el vehículo, en el que también se hallaron armas.
En tanto, Schmittlein fue interceptado por la tarde en un camino rural entre las localidades de Murphy y Carmen del Sauce. La chata, una Volkswagen Amarock color blanco, era manejada «por un hombre muy conocido de Venado Tuerto”, aseguró una fuente del Ministerio de Seguridad. El conductor quedó detenido por encubrimiento.
Según fichas de la Dirección General Régimen Correccional, ninguno de los recapturados tiene un alto perfil de peligrosidad. En lo que hace a Scmittlein, tiene 40 años, oriundo de Casilda y reincidente en varios delitos. Su condena por 13 años vence en 2027 y podía pedir la libertad condicional en 2023. Integraba el grupo de internos alojados en el pabellón 14, su conducta esta tipificada como “ejemplar” y en fase de promoción para la reinserción social. Los delitos que purgaba son: portación de armas y homicidio en ocasión de robo.
La Capital