El senador Leo Diana presentó un proyecto de ley para que se analice la posibilidad de designar con el el nombre «Dr. Sócrates Vittorio Bachiddú» al SAMCo de la localidad de Puerto Gaboto.
El objetivo de la presentación del proyecto se basa en «reconocimiento del trabajo del Dr. Bachiddú en la comunidad y de su desempeño y trayectoria en el ámbito de la salud pública».
La comisión del SAMCo de dicha localidad, motivó esta iniciativa con el objeto de que se plasme con la denominación del establecimiento- el reconocimiento
de la comunidad en relación a la vida y la actividad del Dr. Bacchiddú, quien ha dejado su huella en la región.
El doctor Bacchiddú nació el 7 de abril de 1925 en Mandas provincia de Cagliari Sardegna (Cerdeña) Italia, con solo 20 años le tocó vivir la guerra donde padeció las consecuencias como hambre, frío, enfermedades, ver morir amigos, imágenes vividas que jamás se borraron de su memoria.
Luego estudió en la universidad de Sassari en Serdegna (Cerdeña), donde se graduó en Medicina y Cirugía, siendo luego un profesional exitoso llegando a ser supervisor en importantes efectores como el hospital de San Pedro de Sassari y el de San Pedro del Moro pero algo aún le faltaba para llenar ese vacío que necesitaba complementarse a través de la profesión que eligió.
Fue entonces que en 1951 decidió dejar todo lo que amaba, todos sus afectos y los paisajes de su tierra natal para emigrar a la Argentina, pero aquí se encontraría nuevamente con obstáculos difíciles debido a que en este país no se le permitiría ejercer su profesión.
Esa cuestión que se resolvería en 1952 donde se le ofreció la posibilidad de trabajar como médico en una localidad donde no hubiese médico argentino teniendo como opciones la localidad de Alejandra y Puerto Gaboto, la cual eligió por la cercanía a la Universidad Nacional de Rosario donde debía revalidar su título.
Murió un 7 de julio de 2001 dejando una huella profunda en la vida e historia de la institución, localidad y región que recuerda al Dr. Sócrates Victtorio Bacchiddú, el doctor gringo, que dejó un espacio tan grande que es difícil e imposible, a criterio de muchos, de llenar.
Foto: Infomas