El fin de semana hizo que los santafesinos sacudan las ojotas y alpargatas, se pongan ropa liviana (guardada hacía meses en el ropero) y disfruten, en la medida de lo posible, de los más de 35°C que se registraron tanto sábado como domingo. Según los datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), para este lunes se espera un cielo parcialmente nublado, con una mínima de 23°C y una máxima de 37°C.
Empero, este registro agobiante marcaría un descenso considerable debido a tormentas aisladas que se esperan para la noche, acompañas de un intenso viento sureste. Por ello, para el martes y miércoles las condiciones del tiempo se presentarán inestables, y se aguarda un marcado descenso en las temperaturas que oscilarán entre los 15°C y 18°C.
Si bien el cielo seguirá nuboso durante lo que reste de la semana, para el jueves, viernes y sábado, según el SMN la oscilación térmica será lo que prevalezca en la ciudad. Las altas temperaturas regresarán a la capital provincial y las máximas rondarán los 30°C, pero las mínimas previstas oscilarán entre los 12°C y 15°C.
El río, casi sin alteraciones
En los últimos siete días, el hidrómetro del Puerto de Santa Fe ha tenido variaciones en pocos centímetros y la estabilidad del nivel del río Paraná es lo que predomina. Desde el Instituto Nacional del Agua (INA), en su pronóstico extendido para la altura del Paraná en las estaciones portuarias de la región, estiman que el caudal a la altura de Santa Fe disminuirá, pero no en grandes cantidades.
Este domingo el río marcaba 1,28 metros, un medida que se mantiene desde el pasado viernes. Para las próximas semanas se espera que el nivel baje a 1,14 metros, algo que no alterará la situación de bajante que reina hace más de siete meses en toda la Cuenca del Paraná.
El INA en su informe semanal expresó: “Las conversaciones formales con los países vecinos se han mantenido, concentrando la atención en el caudal en el río Paraná y especialmente en los niveles frente a las tomas de agua urbanas. La evolución de los caudales provenientes de las altas cuencas dependerá fuertemente de las lluvias sobre las áreas de respuesta hidrológica más rápida. La perspectiva de corto plazo sigue siendo desfavorable. No se espera eventos que puedan aliviar sensiblemente la situación de escasez y bajante que predomina en la región. La tendencia climática con horizonte en el 31 de diciembre es desfavorable. No permite esperar una recuperación franca en los próximos tres meses”.