La vacuna “Arvac Cecilia Grierson” contra el coronavirus está lista y con ello se convierte en realidad uno de los sueños más esperados por la comunidad científica y tecnológica y, por supuesto, un anhelo de toda la sociedad.
Tras demostrar seguridad y eficacia en 2.094 personas voluntarias, Anmat aprobó su uso como refuerzo para el combate de la covid. Se trata de un hito porque es la primera vez que la nación presenta una vacuna pensada, diseñada y desarrollada 100 por ciento en territorio doméstico. Ya hay casi un millón de dosis fabricadas y solo resta ultimar detalles para que la fórmula autóctona llegue a los brazos argentinos.
El país pasará de importar a exportar a la región este bien estratégico en un escenario signado por una pandemia que, si bien moderó su alcance, aún obliga a estar atentos. Según los últimos datos brindados por la Organización Mundial de la Salud, la covid provocó la muerte de 1.900 personas durante el último mes. Aunque a nivel global no constituye una emergencia de salud pública, la aparición de nuevas variantes representa un riesgo latente frente al que se debe mantener la guardia alta.
Al respecto, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, señala: “Sin lugar a dudas constituye un hito. Es la primera vacuna integralmente desarrollada en Argentina, a través de la articulación y el esfuerzo de investigadores del Conicet, de la Universidad Nacional de San Martín y del Laboratorio Cassará”. Y continúa: “Realmente es una demostración de la capacidad de la ciencia y la tecnología, de nuestros científicos y del papel del Estado en el sostenimiento de la investigación básica y la transferencia tecnológica”.
Cómo es la vacuna Arvac
La Arvac es una vacuna bivalente que contiene Gamma y Ómicron, y que servirá como refuerzo de aquí en adelante. Juliana Cassataro, Investigadora del Conicet y de la UNSAM en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas, y líder del proyecto apunta: “Estamos muy contentos de cumplir con este hito, de haber logrado el registro de la vacuna bivalente para refuerzos. Es el producto de un trabajo de varios años y del que participó mucha gente, más de 600 personas. Estamos felices de haber podido unir todas las partes, que se ocuparon del diseño, los ensayos preclínicos, las fases I, II y III. Todo hecho acá en Argentina con profesionales de excelente nivel”.
La tecnología es una muestra cabal del rol que debe ejercer un Estado que apuesta a la ciencia y a la tecnología. Mientras la oposición planea, una vez más, recortar el sector en caso de triunfar en las próximas elecciones, el oficialismo plantea una línea concreta: en 2023 no hay posibilidades de un modelo de desarrollo inclusivo si se prescinde de la producción autóctona de conocimientos científicos.
Desde esta perspectiva, explica Filmus: “La tecnología que se desarrolló para esta vacuna permitirá a Argentina el desarrollo de múltiples vacunas para combatir otras enfermedades. Realmente es la apertura de un campo muy importante: hay que pensar que por año nuestro país invierte en la importación de vacunas cerca de 500 millones de dólares. No solo se van a sustituir importaciones, sino que va a permitir la exportación. La Organización Panamericana de la Salud mira con mucha atención esta noticia”. Y agrega Jorge Cassará, referente del laboratorio que las produjo: “Tenemos listas casi un millón de dosis, solo faltan cuestiones menores que se resuelven muy rápido. Estamos atentos a la demanda que el Estado requiera”.
Página 12