En las últimas semanas, personal de la Colonia Psiquiátrica “Dr. Abelardo Freyre” de Oliveros profundizó el reclamo por mejoras en las condiciones de trabajo y, por consiguiente, para una atención digna de los pacientes.
Los cortes en la ruta nacional 11 hicieron visible la protesta. Mercedes Barrios es enfermera de la institución desde 2012 y referente de los compañeros autoconvocados que alzaron la voz.
“El hospital se vino muy abajo en la parte edilicia y con la pandemia todo se empeoró. Hay un sector de cloacas que se tapó y el jueves desbordó material fecal en la sala 4.
El olor es nauseabundo”, manifestó Barrios, quien detalló cada uno de los inconvenientes con los que se encuentran a diario. Además planteó que hace 7 meses esperan que se designe un director.
Barrios indicó que es una de las 500 empleados de la colonia que soportan la falta de mantenimiento, entre psicólogos, psiquiatras, asistentes sociales, enfermeras, mucamas, médicos clínicos y de guardia, supervisores y personal de mantenimiento.
“Parecen muchos pero no brindamos cantidad sino calidad. Tenemos 13 salas para 180 pacientes. Otros pacientes se encuentran con permiso en los hogares por la pandemia”, dijo.
Después de la última manifestación en la ruta, Barrios dijo que hubo avances. “Por lo menos el Consejo está dispuesto al diálogo.
Nos dijeron que el 28 de septiembre pidieron al Ministerio de Salud un director, que no tenemos desde hace siete meses cuando se jubiló la psicóloga Miriam Mateos.
Por ahora no tuvieron novedades”, contó la enfermera, quien agregó que entre los reclamos de las últimas semanas también se expresó la disconformidad por el acuerdo de ATE y Upcn con el gobierno provincial del cobro de bonos no remunerativos como parte del aumento salarial.
Barrios insistió que “la infraestructura es la mayor preocupación, para trabajar en condiciones dignas y que el paciente esté en una buena situación. Hace cinco años que no contamos con una ambulancia de alta complejidad. La que tenemos es de media complejidad”.
El coronavirus también llegó a la colonia. “Hay varios compañeros con Covid-19, algunos se reintegraron y otros siguen aislamiento.
También alrededor de 4 pacientes, dos se recuperaron y dos son activos”, indicó.
“El hospital se vino muy abajo en la parte edilicia. Tenemos salas donde funcionan sólo la mitad de los baños. Hay un sector de cloacas que se tapó. Y detrás de la última sala de ingreso hay una cava a cielo abierto para construir una cloaca, pero esa obra ya lleva 6 meses. El olor es nauseabundo para los profesionales y pacientes”, señaló.
“El jueves pasado desbordó materia fecal en la sala 4, al estar tapadas las cloacas. En esa sala deben haber unas 25 personas. No nos va terminar agarrando coronavirus sino cólera”, planteó.
“Los días de lluvia, hay sectores que se filtra el agua, en la cocina, el lavadero. Y la mampostería es un desastre. Con la pandemia todo se empeoró y llegan menos insumos. No queremos renegar porque falta por ejemplo cloro. Acá, si se rompe algo, no hay herramientas para repararlo”, dijo.
“Contamos con un celular en cada sala y a veces no anda porque no tenés conectividad. Nuestra lucha es para sacar el hospital adelante”, aseguró.
Barrios sostuvo que las medidas de protesta fueron debido al hartazgo por la situación, en medio de una realidad compleja como es la pandemia.
“El deterioro es cada vez más grande. Sé que el consejo tomó mal el corte de ruta, pero había que visibilizarlo”. dijo.
La trabajadora se refirió al Consejo Consultivo de la colonia, conformado por “un representante de enfermería, otro enfermero que es el subdirector, el abogado de la institución, un representante del pueblo y una integrante de los profesionales que es psicóloga”.
La Capital