
Como muchas veces suele acontecer con el avance de las redes sociales en la ciudad, el fin de semana se generó una polémica entre los ciudadanos de Coronda por el retorno del baile en el Club Central Coronda.
En medio de los recaudos que los gobiernos de distintos lugares de la provincia comenzaron a tomar por el arribo de la segunda ola de COVID se habilitó la posibilidad del regreso con capacidad reducida.
Las críticas más repetidas se dieron en el marco de comparar la «habilitación de un evento bailable» con libertades con «las burbujas de los chicos en las escuelas».
En realidad, ya se venían habilitando diferentes tipos de eventos similares como casamientos, fiestas de 15, graduaciones o hasta espectáculos artísticos en vivo. Las recomendaciones en estos es que no impliquen bailes, lo cual es realmente difícil de controlar.
La recomendación está fundada en lo que aconsejan los especialistas en salud. Además, tampoco lo permiten ni el decreto nacional, ni el provincial.
Entre las recomendaciones para organizaciones similares sin bailes, se debe implementar “control de temperatura en el ingreso”, y sobre las condiciones edilicias del salón “tiene que haber ventilación natural”. Incluso “se pueden usar aires acondicionados, pero debe correr aire natural que ingrese del exterior”, lo cual se cumple el club.
En la región y la ciudad se vienen desarrollando diferentes actividades debido a la profunda crisis económica que comenzaron a vivir los organizadores de este tipo de eventos pero siempre con la habilitación en «modo bar».