
Los problemas originados por la calidad del agua que consumen los corondinos no se circunscribe solamente a la potabilización (más precisamente a la salinidad del agua que se toma) sino también a los sistemas de riego para la producción, especialmente la de frutillas.
La Secretaria de la producción, María Belén Sierra dijo que «Tenemos una reunión con los productores pero es evidente que cuando el río baja el nivel de sales es muy alto y esto no es amigo de la frutilla, disminuye los rindes y afecta a las plantas que están en pleno crecimiento. Sabemos que la mayoría de nuestros productores extrae el agua del río a través de bombas».
«Esto directamente afecta, es para tener en cuenta porque impacta tanto en el fresco como en la venta de la fruta parta la industria. De seguir estos niveles, va a haber baja en el río hasta noviembre y nuestra cosecha tiene su pico en setiembre y octubre. La verdad es que es muy preocupante» agregó la funcionaria.
«La situación preocupa a la producción pero también al ecosistema. Cuando nos juntemos voy a escuchar de su boca que estimativos tienen para la producción y ver cuántas hectáreas se ven afectadas. Algunos productores tienen tanques pero la mayoría bombea directamente del río. Hay otro que tienen sistemas de osmosis pero para eso se necesita una inversión muy importante» finalizó.