
La bajantes histórica del Río Paraná y sus afluentes hizo mella en el ecosistema corondino. Hace días que la «Laguna de Lotto» ubicada en las orillas del barrio Basualdo, al sur de la ciudad, luce sin agua.
El efecto de “La Niña” cobra fuerza en la región y esto acentúa la bajante histórica del río Paraná, un nivel que no se registraba desde 1905.
La falta de lluvias y temperaturas más elevadas, provocarán que la tendencia se mantenga en principio hasta enero de 2021.
El pronóstico no es nada alentador. El especialista en ictiología adelantó que la bajante seguirá al menos hasta el 31 de diciembre. También habrá temperaturas más elevadas que el promedio y el fenómeno climático de La Niña aportará más sequía.
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), con datos del Servicio Meteorológico Nacional, recordó que desde agosto del año pasado las provincias del noreste argentino (Formosa, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y Misiones) están experimentando anomalías mensuales de precipitaciones.
“Es decir, en cada uno de estos puntos del país llovió por debajo de lo esperado de acuerdo a la media del periodo 1981-2010. Desde comienzos de 2020, esta tendencia se acentuó y la situación al terminar el cuarto mes del año muestra una sequía que en algunas regiones llega a ser extrema”, manifestaron los especialistas de la BCR.