
Una familia se encadenó en la mañana de hoy en la sede del Ministerio Público de la Acusación para poder tratar con el fiscal Marcelo Nessier una situación que los aqueja desde hace tiempo.
Se trata de la mala relación con una vecina que vive en el medio de las dos casas donde residen la familia Lemaire y según ellos cuentan, son hostigados por la propietarias y su hijo.
La familia, que se encadenó como última medida, esgrimió que «no se puede vivir, nos viven tirando botellas a los techos, nos agrede, hasta han amenazado a los chicos y tirado una botella a un bebé» cuentan al unísono.
La idea de la familia es que intervenga el fiscal pero a su vez que lo haga alguna dependencia de Salud Mental de la Provincia para conseguir alguna internación o restricción con estos vecinos.

