La historia del nuevo Hospital de Coronda, como no podía ser de otra manera, es una seguidilla de desencuentros. Los hubo cuando se ideó, mientras se construyó, cuando se terminó y finalmente…cuando se está habilitando.
Todo arrancó en 2010 a partir de una gestión del SAMCo de nuestra ciudad «con la idea de tener un edificio que responda a las necesidades de la región». Las primera reuniones con el Ministro de Salud de entonces fueron esquivas.
El gobierno provincial socialista esgrimía tener demasiadas necesidades en el norte de la bota santafesina donde el Estado “estaba totalmente ausente”.
De esas reuniones sería clave la presencia del Ministro de Gobierno, Antonio Bonfatti -luego gobernador- que más acá en el tiempo confirmó la noticia para los corondinos.
En diciembre de 2010 apareció la primera chance. Inaugurado un edificio de similares características en San Cristóbal, ya en enero de ese año se confirmó la buena nueva. “En una reunión muy chica, Bonfatti nos dijo que estaba el Hospital para Coronda pero que teníamos que colaborar con el terreno” sostuvo entonces Mauro Bondino, integrante del grupo que representaba a la conducción hospitalaria local.
“Será una inversión de entre 24 y 30 millones de pesos pero deberán colaborar con el lugar” espetó aquel ministro fuerte de Hermes Binner y su posterior sucesor.
La obra trataría de módulos que ya estaban diseñados, por lo cual no hacía falta hacer una maqueta nueva ni contratar profesionales que trabajen en el proyecto.
“Lo que nosotros vamos a pedir son algunas especialidades ya que lo que llega es una estructura de mediana complejidad y va a tener los servicios conocidos de radiología, ecografía, pediatría, maternidad y otras más que lo transforman en un Hospital Regional. Todas las localidades de la zona (Arocena, Caima, Desvío y Larrechea) se podrán atender en Coronda” sostenían desde el Samco.
A partir de lo concreto comenzaron a desarrollarse las reuniones. La primera de ellas fue a fines de enero con el Intendente Municipal de entonces, para avanzar sobre al compra del terreno.
“Tuvimos una muy buena predisposición de Naón” dijeron en ese momento. El paso siguiente fue convocar a las Mutuales y al Club de Leones porque había surgido la posibilidad de realizar colectas u organizaciones varias para recaudar fondos.
El terreno
En la tercera reunión las entidades crediticias dieron el visto bueno para financiar la compra de las tierras y sólo quedaba decidir por que opción se iba a optar.
Existían dos posibilidades: una hectárea y cuarta sobre calle Boulevard Oroño entre López y Planes y Saavedra y otra más cercana al acceso a la Autopista.
Pues bien, ¿cómo se pagaría ese préstamo? La idea más firme era que gran parte de ese dinero se obtenga a través de lo que el Samco recibía del Municipio como “Tasa de Salud”.
En ese entonces, un peso de la TGI estaba destinado a ese fin y el Ente estaba en condiciones de ponerlo a disposición para el pago de las cuotas.
“Lo que hablamos es llevar ese tributo a tres pesos para poder juntar unos 15.000 pesos mensuales (hasta ahora recibimos 5.000 pesos). Con esto pagaríamos gran parte de las obligaciones y le sumaríamos una campaña de socios benefactores con empresas y productores”
Lo que se percibía hasta ahí en concepto de Tasa Hospitalaria se estaba utilizando en compra de materiales y pago de servicios pero «como el Hospital había logrado estabilizar sus cuentas no se temía de que haya desajustes”, decían.
¿Qué pasaría con el viejo Edificio? Se habló de varias posibilidades. Por un lado descentralizar el palacio municipal y que algunas oficinas pasen al ya “viejo Hospital San Roque” (el SAMCo tenía entonces unos 129 años) y también dejar algún equipo de salud. Más adelante de la posibilidad de instalar un Jardín de Infantes.
De construirse el nuevo edificio, estaría ubicado muy cerca del Centro de Salud Municipal San Pantaleón por lo cual no se descartaba que éste se mude a España e Hipólito Irigoyen.
Otro tema atendible en aquel momento fue el de los accesos al nuevo proyecto. Las calles que rodeaban al lugar elegido eran en su mayoría de tierra (y lo siguen siendo).
Si bien el Intendente Naón había manifestado la posibilidad de un “mejorado” seguía latente la posibilidad de “llegar” a la Provincia para pedir que se asfalten las arterias en cuestión.
Los plazos más urgentes estaban relacionados con la compra del terreno. Se pretendía que en el mes de julio de ese lejano 2010 el Hospital estaría licitado por lo que los tiempos se acortaban.
Iba a ser importante (para no “perder el tren” nuevamente) el año eleccionario que los santafesinos estábamos viviendo.
Asegurar la construcción en los papeles iba a ser un paso fundamental con la continuidad del Gobierno de Binner (ya con Antonio Bonfatti) o sin ella.
Sobre todo porque la construcción demandaría unos dos años y quienes iniciaron este trámite (en el ámbito provincial y local) podían o no seguir en funciones. Está claro, demandó mucho más tiempo, por ende, hubo más cruces.
Los ejemplos
Una vez confirmada la obra, los corondinos comenzamos a observar maquetas e imágenes de la localidad de San Cristóbal o Las Toscas. Ese nosocomio se concibió en reemplazo del antiguo efector de la ciudad, que databa de 1890 y se inauguró el 18 de junio de 2009.
La edificación del efector fue estructurada en distintos bloques desarrollados en planta baja. El bloque público estaba conformado por el área de administración, hall de ingreso, recepción, secretaría, dirección, jefatura de áreas, cafetería, auditorio y aulas.
El bloque médico constaría de un sector de consulta externa y rehabilitación con gimnasio, consultorios externos de pediatría, tocoginecología, mamografía, radiología, odontología, otorinolaringología, oftalmología, dermatología, cardiología y apoyos; de un sector quirúrgico, de diagnóstico y tratamiento, que está conformado por dos quirófanos, sala de partos, atención al recién nacido, laboratorio microbiología, hemoterapia y diagnostico por imágenes; y con un sector de urgencia e internación, que consta de guardia ambulatoria, consultorio, sala de observación y de tratamiento y 19 habitaciones de internación, con dos camas cada una y dependencias.
Por último, el bloque de servicios estaría conformado por cocina, lavadero, farmacia, vestuarios, seguridad y vigilancia, depósitos generales, sala de autopsias y morgue transitoria, depósitos de residuos patológicos y comunes, sala de máquinas y calle interna de abastecimiento.
Brazada a brazada
En 2017 el escenario de una Maratón del Río Coronda iba a traer novedades. El ya ex gobernador Bonfatti vino a premiar a los ganadores de la prueba y habló del Hospital.
“Esta obra la impulsamos cuando yo era ministro de Gobierno. Yo me había comprometido en una visita. Cuando terminemos los hospitales grandes, el primero que vamos a hacer es el de Coronda porque tiene más de 100 años. Me pone muy contento la noticia de que se ha comprado el predio. Ya se puede comenzar con los trabajos técnicos y esperar el momento financiero para hacer la licitación” deslizó el mandatario. Sin embargo, ese año, la obra no apareció en el presupuesto.
De igual manera, los directivos del Hospital no mostraron preocupación por la información que emanó de la Cámara Baja ya que “nunca se dijo que la obra iba a estar presupuestada. Lo que nosotros sabemos es que siempre se habló de construir el nuevo efector a través del Fondo Sojero”. Tal cual la cosa, continuaron los debates.
La famosa frase
Se había comprado el terreno y entonces el Ministro de Salud, Miguel Capiello visitó nuestra ciudad en ocasión de la Jornada de Promoción de Hábitos Saludables para la Comunidad. Ante la requisitoria del Periódico El Semanario, dejó una frase que quedaría en la historia: «En realidad siempre hay que creer para ver, más que ver para creer. Cuando yo le mandé la nota al señor Intendente él se mostró muy solícito a este tema y en alguna oportunidad he hablado con los concejales. Yo creo que Coronda merece un hospital que dé todas las respuestas a la amplia zona y a la gente que llega hasta acá. Y el compromiso que hemos tomado desde el Ministerio como del Gobernador electo es que el año que viene comenzaremos a ver cómo se va cristalizando esta obra».
También Capiello dejó otra promesa: «La obra del hospital nuevo demandaría en construirse dos o dos años y medio» pero en realidad hubo más tiempo para seguir los debates.
Cruces inesperados
Los problemas estaban planteados. El terreno, los presupuestos y cómo se pagaba el primero para que la obra pudiera realizarse. Entonces surgió el debate por la Tasa General de Inmuebles o algún endeudamiento.
“El problema se plantea en la decisión de algunos de los concejales que aducen que como no hay una certeza de que el gobierno asuma el compromiso debidamente documentado, están cansados de promesas, por lo consiguiente no autorizan al municipio a endeudarse. Nosotros vimos cómo el Municipio se endeudó para la Fiesta de la Frutilla y nadie dijo nada. Ahora hablamos de la construcción de un Hospital” dijo en su momento Mauro Bondino.
En contrapartida, uno de los concejales en cuestión, el justicialista Marcelo Calvet decía que “de nada sirve que el Municipio compre el terreno y que después no se haga la obra. Si es así vamos a ser otra vez los concejales los malos de la película porque el Hospital no se hizo. Me parece que hay que garantizarle a la población que la obra se va a hacer en la ciudad. El Concejo hace un mes atrás le giró una nota al senador para que proceda a pedir la incorporación de esta partida al presupuesto lo que sería una garantía para la ciudad”.
A propósito de esto quién salió al cruce fue el Intendente Juan Carlos Naón al decir que “yo escucho por los medios que para seguridad le habían dado al senador Capitani para que haga el trámite. ¡Si Capitani durante cuatro años no estuvo acá! ¿A qué estamos jugando algunos que dicen que son corondinos? Estamos metiendo siempre la política. En estos últimos tres o cuatro años nunca me acompañó, ni siquiera en los momentos difíciles cuando debíamos dinero y tuve la Municipalidad cerrada. Alguien que estuvo insultando al Gobierno Provincial hasta hace unos días, ¿ahora le va a pedir que le hagan un hospital? No se entiende”. Como se ve, los debate llegaron a niveles nunca imaginados.
El intendente fue aún más allá y sostuvo que “después de varias charlas acordamos el financiamiento de los 400.000 pesos que salía el terreno. Aumentando tres puntos de la Tasa y con el esfuerzo de todos podíamos lograrlo. Cuando hablamos de esfuerzo decimos que en el medio hay una obra de un hospital moderno contra uno de 130 años de vida. Tenemos que hacer prevalecer el lado positivo. Enseguida empezaron con ‘que me mande el papel’, ‘que me comuniquen’,’ que el ministro lo certifique’. Ahora me dicen que del Municipio no le mandamos nada cuando todos participamos de la reunión. No estamos tan lejos como para juntarnos, ir a Santa Fe y dejar de esperar sentados en el Concejo”.
La licitación
“La Municipalidad de Coronda tomó la decisión de comprar los terrenos y el gobierno provincial, a través del Ministerio de Obras Públicas, elaboró el proyecto. El nuevo hospital será una referencia para el resto de los efectores de la región, fundamentalmente, los del primer nivel de atención, donde comienza la promoción y la prevención, donde se construye y asegura la salud”, explicó el ministro de Salud, Mario Drisun en la apertura de los sobres. Recién en 2015 comenzó a verse la luz al final del túnel.
La primera etapa del hospital contó con el 60% de su estructura para 2017. La empresa adjudicada fue Bordo Arq. S.R.L. por un valor de $10.964.617,90. Se estimaba, entonces, que las obras estarían finalizadas en agosto de ese año.
Los ministros de Obras Públicas, Pedro Morini, y de Salud, Andrea Uboldi, abrieron los sobres con las ofertas económicas para la segunda etapa de las obras en el nuevo edificio del hospital de Coronda en 2018.
Uboldi señaló entonces que “el plus que tiene este hospital, a diferencia de los demás, es la articulación con el servicio penitenciario, una discusión eterna para tener espacios adecuados para aquellas personas privadas de su libertad que requieran una internación. Venimos trabajando fuertemente con el servicio penitenciario y cada vez es menor el número de personas que tienen que internarse porque en la medida que tienen su historia clínica y en la medida que compartimos la red de laboratorios, la red de farmacias y nuestros especialistas, muchas de estas personas encuentran soluciones sin necesidad de una internación”. El plazo de aquella otra etapa se había fijado en 300 días calendario.
El gobierno del Frente Progresista llegó a su fin y logró entregar sobre el final del mandato de Miguel Lifschitz la obra de infraestructura.
La oposición, entonces, se quejó de que faltaba el equipamiento. Discutieron sobre algunas filtraciones y desde la asunción de Omar Perotti los debates no se modificaron. Aunque esta vez, los que hablaban lo hacían desde veredas opuestas.
El nuevo gobierno de la Provincia de Santa Fe desde marzo comenzó a adelantar «las tareas necesarias para habilitar en los próximos días el hospital de campaña de Coronda, que contará con una capacidad máxima de 44 camas. Hasta el momento se completaron las tareas de infraestructura con la instalación de un tanque de oxígeno líquido medicinal».
Las palabras «de campaña» o «anexo» hicieron tanto ruido que todo terminó en una marcha para que el hospital se abriera como fue ideado. En el medio, dos promesas con días y plazos, la colocación de oxígeno ante la inminencia de la apertura.
Desde aquel sueño, los miles de debates, tuvo que llegar una pandemia para que este fin de semana se abrieran las puertas. ¿Tantos enojos valieron la pena?