
Diego Ramírez no pudo ante el campeón argentino mediano junior Alejandro Silva en la final del Super 8 en Berazategui. El «Cuervo» se impuso en las tarjetas y venció al corondino para quedarse con la Copa «Miguel Castellini».
Lo mejor del oriundo de nuestra ciudad se vio en los primeros dos rounds pero el retador desde el tercero se comenzó a imponer con mejor condición física y mayor potencia. De todas formas el torneo de Ramírez fue más que satisfactorio y digno. Perdió ante el mejor boxeador rankeado en el país en su peso.

Las tarjetas dieron ganador en fallo unánime al misionero 96 1/2 a 94 1/2, 97 a 93 y 98 a 92. En un encuentro intenso, Silva (ahora 16-0-1, 11 KOs) se repuso a un mejor inicio de Ramírez (23-5-1, 6 KOs) y con autoridad, edificó una amplia victoria. A pesar de que el retador entró mejor boxeando de contragolpe, el apodado “Cuervo” se tomó dos rounds para encontrarle las distancias y la vuelta a la pelea.
Siempre tomando la iniciativa y exhibiendo un muy buen estado físico, el campeón sacó la chapa de favorito y llevó permanentemente sobre las cuerdas a su rival, donde combinó sus izquierdas y derechas cruzadas al rostro y en gancho al cuerpo. Con el transcurso del combate fue ganando cada vez más confianza y firmeza.
Si bien Ramírez, N° 2 del ranking argentino y que supo ganar en el exterior, buscaba responder desde afuera, no lo encontraba. La mentalidad ganadora, continuidad y contundencia de los impactos fueron la clave para que Silva lo doblegara, y así se llevara la merecida victoria.
