En una encuesta sobre endeudamiento familiar realizada de manera conjunta entre la Defensoría del Pueblo y la Facultad de Ciencias Económicas de la UNL, los resultados fueron alarmantes: 42 de cada 100 santafesinos están endeudados de alguna manera.
Según explicó la decana de la alta casa de estudios, Prof. Liliana Dillon, “la gente aportó sus datos, esta encuesta que tuvo su duración durante tres semanas en mayo, con 421 casos representativos en edad, género y en cuestión geográfica, abarcó todos los barrios”.
Luego sobre los resultados, la docente indicó que “la cantidad de gente que está endeudada, la mitad casi de la población, con los estratos más desfavorecidos en una situación peor, ya que los de clases media y alta tienen otra capacidad de pago, otras formas, billeteras electrónicas, tarjetas de crédito”.
En cuanto al estrato menos pudiente, la decana analizó que “en las clases bajas, la gente se endeuda para pagar alimentos, paga de otras maneras, más informales. Aquí se nota cómo se robustecen los negocios de cercanía, con segundas, terceras o cuartas marcas, pero ante la incobrabilidad, corren peligro de cerrar”.
Uno de los principales problemas que vive la clase media sobre todo, tiene que ver con las tarjetas de crédito: “Es una de las cosas que salió, pagar el mínimo es peligroso, las tasas son muy onerosas, es una bola de nieve” y volvió a insistir con que “la gente no se endeuda para un lujo, sino para comer”.
Uno de los castigos de no pagar, es ser puesto “en el Veraz” como se dice habitualmente: “Un alto porcentaje, no les alcanza para cumplir con sus compromisos, van al Veraz. Y generalmente son los que se endeudan por comprar ropa, calzado, electrodomésticos, hasta autos”.
A su turno, el defensor del pueblo, Dr. Jorge Henn describió que “tenemos un 42% de santafesinos endeudados, además cerca del 70% alguna vez se endeudó. Y el 50% de los sectores más pobres se endeudó recientemente” ante lo cual analizó que “para que la gente no tome deuda o pueda pagarlas las tasas de los créditos bancarios deberían ser más bajas, quitar usura, hoy en día un 10% están fuera del sistema, y tratar de salir de la situación con recursos fuera de la ley” agregando que “el prestamista y usurero es un personaje nefasto en este sentido”. Finalmente, el defensor pidió que “el Estado intervenga, que use estos datos y que permita armar y ejecutar políticas públicas”.
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