Coronda ¿necesita más camas o alta complejidad? ¿O ambas?

Las visitas del Secretario de Salud antes de que el Hospital quede habilitado. Debiera tener 35 camas pero los casos graves igual tendrían que ser derivados a Santa Fe.

La muerte de una joven de tan sólo 36 años durante la semana abrió el debate sobre la necesidad de que el Hospital de Coronda cuente con el equipamiento necesario para funcionar a pleno en esta segunda ola de COVID. El crecimiento de casos, especialmente en jóvenes, llevó a que los efectores locales trabajen a «cama caliente» y en distintos días estuvieron a punto de saturar.

Tanto el Hospital nuevo, decididamente dedicado a pacientes COVID como el Sanatorio San Jerónimo que tuvo que ampliar su atención para esta patología, trabajan a sol y a sombra para «salvar vidas» en momentos de emergencia.

Tal es la gravedad de la situación que la provincia y la ciudad viene viviendo, que el pasado mes de abril el efector público amplió su capacidad a 15 camas y aún así hubo momentos en que estuvo a tope, situación similar que vivió en la primera ola en 2020 pero con la mitad de capacidad.

En octubre del año pasado se concretó la inauguración del nuevo Hospital de Coronda para pacientes Covid. En en ese momento la directora del Samco local, explicó qué podía aportar este nosocomio al sistema de salud local y brindó detalles de la situación en la localidad como así también pidió por la convocatoria de profesionales.

“Lamentablemente no nos hubiese gustado tener una inauguración, pero tuvimos que habilitar por el momento nueve camas. Ya vamos a hacerlo con las 20 que tenemos. Son para pacientes leves-moderados”, comenzó diciendo Finochetti en aquel entonces.

Las demoras en la inauguración, en su momento llevó incluso a que un grupo de vecinos se movilizara para pedir que el efector no sea «un Hospital de Campaña». Es tan cierto que la actual gestión no la inauguró como debía, que demora en completar la infraestructura, como que la anterior entregó la obra sólo con la estructura edilicia terminada.

En el medio hubo dos habilitaciones de camas, primero 9 y luego a 15 y la entrega de material de trabajo «en cuotas» (freezers, heladeras, mobiliario, elementos para el laboratorio bioquímico). Desde el gobierno alegan que «no sólo es una cuestión de camas sino también de personal».

Ahora bien, si el Hospital de Coronda estuviera totalmente terminado y equipado, podría salvar vidas como la que se perdió? O en esos casos también hay que trasladar a efectores de alta complejidad? Quizá haya que pensar en cambiar al sistema de salud y transformarlo en uno «más federal».

Los números

Al momento el Hospital de Coronda tiene habilitadas 15 camas generales y podría llegar a tener 21 (hoy una de ellas está ocupada con insumos y equipos de rayos). «Nos quedaría poder habilitar tres más, tampoco es que queda tanto» confió a Coronda Registrada el doctor Matías Zurawski. En el Sanatorio hay cinco lugares para atención de terapia intensiva con opción a que pueda ampliarse a seis. La ciudad cuenta con cuatro respiradores y existe la posibilidad que se sume uno más.