Sin lugar a dudas, la pandemia ha adoptado diferentes variables a lo largo y ancho de la provincia de Santa Fe. Por su cantidad demográfica, las grandes ciudades son quienes han padecido las mayores consecuencias. Algunas localidades de menor cuantía también reportaron importantes problemas. Sin embargo, algo particular ocurrió en la pequeña localidad de Loma Alta, donde Lorena Neyra, presidenta comunal, adoptó funciones específicas a partir de la pandemia.
En diálogo con Buen Santa Fe, Lorena Neira comenzó refiriéndose al retorno de las clases presenciales en la localidad. “Nosotros, el día miércoles tuvimos el privilegio de dar comienzo a lo que es un ciclo lectivo. Para nosotros es todo un acontecimiento tener de nuevo a los chicos”, dijo.
Sobre cómo se están desarrollando, explicó que “el directivo decidió hacerlo por módulos. Por burbujas, por si llegara a haber algún caso, de no cerrar la escuela. Aislar solamente los chicos de ese día”. Y agregó: “es algo que se fue tratando de ver todas las precauciones para los niños. Se preparan con señales, para que cada alumno tenga su espacio”.
Por otro lado, se refirió a cómo se vivió la pandemia en la localidad. “Loma Alta tiene 311 habitantes. Somos una comunidad muy pequeña. Nosotros lo tomamos con todas las precauciones, pero con normalidad. La gente salía a sus lugares con trabajo, siempre cuidándose. Acá solo tuvimos un solo caso de Covid. Hubo tres hisopados”.
Además, contó cómo debió readaptar sus funciones. “Nosotros acá en Loma Alta dependemos de la ciudad de Gálvez. El adulto mayor, tratábamos de que no salga. Yo, como presidente comunal, me dediqué a hacerles los mandados e incluso a cobrarles a la gente mayor”.
“En la localidad tan pequeña, acá todos nos conocemos. La confianza de darme su tarjeta de débito para que pueda hacerles sus mandados y poder cobrarle la jubilación”, agregó.
Pero no fue la única tarea a la que se autoencomendó. “Tenemos un Samco, pero dependemos de Gálvez. A la gente que se tuvo que hisopar, me hice cargo de llevar a aquel vecino que no tenía movilidad. No es fácil, pero uno tiene el privilegio de hacerlo”.
También se encargó de transmitir concientización. “Yo en diciembre voy a cumplir tres años de gestión. Para uno es todo nuevo. Siempre con el temor. La gente responde muy bien, son muy pocos a los que hay que pedirle de usar el barbijo. Lo que es acá en la parte comunal, si no vienen con barbijo, no ingresan. Hay que hacer de todo: chofer, psicólogo”.
“A mí me gusta poder ayudar a los nonos cuando precisan de uno, lo hago con todo gusto”, añadió.
Finalmente, brindó un detalle específico en cuanto al retorno de la vuelta a clases. “Los chicos volvieron a clases, no tienen portero y nosotros desde la comuna nos hicimos cargo para que tengan todo higienizado”.
Fuente: Telefé