Las hipótesis serán decenas hasta que la investigación de los peritos que se hicieron presentes cuando todo terminó se conozcan. Los cierto es que la Municipalidad y todos los vecinos de la ciudad tuvieron un martes tan negro como el humo que por largas horas cubrió el Corralón Municipal.
«Por razones que se tratan de establecer», esa muletilla que tanto se repite en la jerga policial, encabeza el intento de explicación del por qué dos maquinarias (una motoniveladora Zanella y un camión regador) que estaban en uso actualmente quedaron reducidas a las cenizas.
Rápidamente, ante la requisitoria de los vecinos llegaron las dotaciones de bomberos con unos doce efectivos que no sólo apagaron el fuego sino también enfriaron las estructuras que corrían riesgo de desmoronamiento, entre ellas el techo de chapa y las paredes del galpón contiguo.
En este último lugar había otras máquinas al momento del fuego y la valentía de varios empleados presentes lograron escapar al foco ígneo.
El gabinete, concejales y hasta el intendente Ricardo Ramírez en su camioneta (recordar que permanece aislado por un caso positivo de COVID cercano a una colaboradora) estuvieron en el lugar de los hechos.
El primer mandatario llegó, estuvo en contacto por algunos minutos con integrantes de su gabinete y se retiró, obviamente sin hacer declaraciones, por su actual presente.
«Es muy angustiante para todos los vecinos. 100% de pérdida de un camión Iveco con regador montado y una motoniveladora. Era el camión que habíamos preparado para regar la ciudad. Eran vehículos que estaban operativos. No sabemos qué pudo haber pasado y vamos a ser prudentes» dijo Francisco Avalo, secretario institucional del gobierno local.
«La Zanella estuvo trabajando hoy por la mañana en calles Urquiza en barrio Basualdo y Gálvez. El camión es uno de los vehículos nuevos con los que contábamos» agregó el funcionario.