El Partido Comunista de Coronda se hizo eco de la convocatoria de esta semana de «Juntos por el Cambio» que planteo la necesidad de recuperar la presencialidad en las escuelas.
En esa órbita hizo un pedido al intendente municipal, Ricardo Ramírez, quién estuvo presente en la «clase abierta» en Plaza Urquiza y desde el partido «preguntamos y queremos respuestas acerca de cuales son las condiciones para el retorno a la presencialidad en el Liceo Municipal y el IMEE. Porque sin garantías sanitarias no hay presencialidad posible».
El comunicado, además, expresa lo siguiente:
«Bajo la consigna ‘volvamos a la escuela’ esta semana se realizó en nuestra ciudad una especie de clase sin estudiantes (parecería que no son necesarixs) convocado por cambiemos y sus allegadxs políticxs.
Esta consigna es por lo menos mentirosa y desatinada por parte de los sectores convocantes, que son los mismos que en los primeros momentos de la pandemia reivindicaron la educación virtual (esa educación que incluye negociados con privados para vender software y que refuerza la precarización laboral docente).
También es el mismo sector político que gobernó nuestro país hasta 2019: es el gobierno que desfinanció como nunca antes la educación pública, que cerró programas como el “conectar igualdad” (herramienta que fue y es imprescindible a la hora de achicar la brecha comunicacional y educativa), que subejecutó el presupuesto educativo, cerró la paritaria nacional y realizó recortes presupuestarios que incluso violan la Ley de Financiamiento Educativo, que pretendió crear 3000 jardines de infantes de los cuales no hizo ni uno, que persiguió docentes a través del espionaje y la represión. Ese arco político es quien hoy pretende aleccionar a la población y definir los criterios para la ‘vuelta a la escuela’.
Lo que quizás desconocen es que la docencia continuó trabajando y educando mediante la educación virtual, en condiciones enormemente adversas que intensificaron su tarea a partir de un profundo esfuerzo en solidaridad con lxs estudiantes y sus familias.
No ignoramos las complejidades educativas, laborales y sociales que la situación ha planteado y su necesidad del regreso a la escuela. Pero la vuelta a las aulas no puede resolverse con formulaciones vacías y demagógicas, cediendo a presiones irresponsables por encima de la situación epidemiológica, de un conjunto de condiciones materiales que lo garanticen y de la continuidad de los cuidados colectivos.
Porque un retorno seguro debe incluir las condiciones laborales docentes y no docentes, acreditar la infraestructura edilicia y tecnológica correspondiente. Se necesitan garantizar las herramientas para un sistema educativo bimodal de emergencia que contemple el derecho a la educación de todxs. Con espacios áulicos suficientes y mayores cargos docentes para una tarea que debe multiplicarse».