
El Hospital de nuestra ciudad presentará este miércoles a las 17 (y por ello invitó a toda la comunidad) el “Consultorio Multipuertas», un dispositivo permanente para los controles ginecológicos anuales de mujeres y disidencias.
En este nuevo espacio las mencionadas van a poder acceder a realizarse estudios de ecografía mamaria como también ginecológica, mamografías, PAP y laboratorio.
El control ginecológico es fundamental para la prevención de distintas patologías, en especial aquellas relacionadas con el cuello de útero. Es recomendable realizarlo una vez al año, e involucra el Papanicolau (PAP), la Colposcopia, y el Examen Mamario. Los dos primeros solo se pueden realizar luego de haber iniciado relaciones sexuales, y con ellos se buscan posibles lesiones, es decir, imágenes que si se las deja evolucionar, puedan generar algún tipo de lesiones pre-cancerosas asociadas al cáncer de cuello uterino. Estos procedimientos son básicamente preventivos, aunque no sean estrictamente una prevención primaria.

Por su parte, la patología mamaria cobró mucha importancia en estos últimos años. Por un lado, debido a los avances que hubo en la imagenología, que permiten que los estudios sean cada vez más específicos, diagnosticando lesiones en estadios tempranos que no son ni siquiera palpables. Por el otro, la biología molecular también está cambiando, generando cánceres que aparecen a edades más tempranas y son más agresivos.
Es por ello que resulta muy importante empezar a incluir el examen mamario en los controles ginecológicos. Se recomienda realizarse una mamografía y una ecografía mamaria entre los 35 y los 40 años, y luego de esa edad incluirlas rutinariamente en los controles. Es necesario destacar la importancia de solicitar ambos análisis, debido a que hay imágenes que la ecografía percibe y la mamografía no, y viceversa.
Hay que tener en cuenta que estas recomendaciones son para pacientes sin ningún tipo de antecedentes. Para aquellas que tienen familiares directos con diagnósticos de cáncer de mama en edades jóvenes (40 – 50 años, incluso un poco menos) se les aconseja correrse de la rutina y realizarse estudios con mayor anterioridad. Actualmente, el componente genético – hereditario está cobrando muchísima importancia y no deben minimizarse sus implicancias.
Muchos incluyen a la ecografía transvaginal o ginecológica en el control, pero en líneas generales este no es un método diagnóstico que pueda considerarse como preventivo. A lo sumo puede ser solicitado ante la sospecha de una patología, cuando hay algún síntoma, o ante la eventualidad de tener que llevar un control más estricto sobre alguna lesión ovárica. Podría ser considerado dentro de la rutina de pacientes menopáusicas, en donde se debe hacer un control más estricto. Si bien en esta etapa los ovarios no cumplen ya la función de órgano reproductor de hormonas, siguen siendo asiento de patologías, básicamente de cáncer de ovario.