El gobierno nacional consiguió los votos para el dictamen y suspender las PASO

La intención del Gobierno nacional de dictaminar de manera exprés el proyecto para suspender las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y llevar esta discusión al recinto el próximo jueves pareció desmoronarse en la tarde del martes, pero fue salvada por dos gobernadores peronistas: Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Raúl Jalil (Catamarca).

También ayudaron las firmas de tres radicales, la Coalición Cívica, Pro, los misioneros de Hugo Passalaqua y los cordobeses que se vinculan con el gobernador Martín Llaryora, del bloque de Encuentro Federal.

Fue en un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto, donde los libertarios necesitaron reunir 58 firmas totales -entre los distintos dictámenes-, la mitad más uno de los presentes. 

Lo consiguieron después de una trabajosa negociación con todos los bloques. No faltaron los llamados a los gobernadores que terminaron traccionando a favor del objetivo libertario. Por la mañana, muchos de estos mandatarios provinciales se reunieron con el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, en el Palacio de Hacienda.

Con este dictamen, el Gobierno quedó muy cerca de obtener la suspensión de las PASO en el recinto, el próximo jueves, y también la sanción de las leyes de juicio en ausencia y reiterancia delictiva, que se aprobarían en la misma sesión.

El oficialismo logró un dictamen de mayoría con 53 firmas, tres de ellas en disidencia. Figuran en este texto los avales de los cordobeses de Llaryora, Ignacio García Aresca, Alejandra Torres y Juan Brugge, así como el de Oscar Agost Carreño, todos ellos del bloque comandado por Miguel Pichetto. También lo hicieron los radicales Soledad CarrizoMartín Arjol y Francisco Monti.

Las firmas necesarias las completaron los madatarios provinciales del PJ, que presentaron un dictamen de minoría para eliminar las PASO, que sumaron cinco avales: dos santiagueños que responden al gobernador Zamora: Ricardo Daives -con doble firma- y Bernardo Herrera, quienes presentaron un dictamen propio, de rechazo, y ayudaron al oficialismo a acercarse a su objetivo. Apoyaron esta iniciativa los catamarqueños de Jalil: Silvana Ginocchio y Sebastián Nóblega.

Se negaron a acompañar la voluntad del oficialismo, la mayoría de la UCR, los radicales críticos de Democracia (identificados con Facundo Manes) y una porción de Encuentro Federal, como Margarita Stolbizer.

Se trata de los bloques dialoguistas con los que el Gobierno contaba para avanzar en la discusión de suspender las PASO. Criticaron el tratamiento apresurado, así como el esquema de prioridades del Poder Ejecutivo, que desplazó de la mesa de discusión el presupuesto y postergó el tratamiento de la iniciativa de “ficha limpia”.

Por su parte, el grueso del kirchnerismo y la izquierda se posicionaron en la vereda opuesta a la reforma electoral y anticiparon que no firmarían ningún dictamen. Se les escaparon los santiagueños y los catamarqueños, a los que nunca le confiaron del todo. Fueron quienes ausentaron aparte de su tropa para hacer caer la sesión que buscaba limitar la utilización de Javier Milei de los decretos de necesidad y urgencia (DNU).

La Nación