Esta semana, especialmente el ala norte de la Unidad Nº 1 de Coronda, mostró una postal diferente a la que se venía viendo hace siete meses.
Debido a la flexibilización de algunas restricciones por la pandemia, un grupo de personas privadas de la libertad -respetando todos los protocolos vigentes- se sumó a las cuadrillas de trabajo de la industria penitenciaria.
En este contexto, se reiniciaron obras de reparación de galerías y patios internos, y limpieza de paredes, techos y desagües.
Después de mucho tiempo, los talleres vuelven a cobrar impulso gracias al trabajo conjunto de internos y maestros.
Prensa IAPIP