Un empleado penitenciario se disparó -estudian si fue de forma accidental- en una garita de la Unidad 1 (sería la 7). Fue asistido y trasladado al Hospital Cullen de la ciudad de Santa Fe.
Según los relatos, desde el Servicio Penitenciario indican que la decisión obedece a problemas personales. «El empleado no tienen ningún tipo de ficha médica. Desde el mes de mayo que se encontraba trabajando en la sección de seguridad externa» dijeron.
El joven aparentemente arrastraba problemas emocionales y le había comunicado a la familia durante la misma jornada de hoy que se sentía mal, aun así fue a trabajar, aunque en la última semana no lo venía haciendo de forma fluida.
No es la primera vez que suceden este tipo de episodios en el marco de los guardias que tienen problemas psicológicos y deben asistir a prestar servicios con manejo de armas de fuego. Tanto en Piñero como en Coronda sucedieron hechos graves que incluso terminaron con la vida de empleados en funciones.