Entre sábado, domingo y lunes hubo una gran cantidad de episodios que fueron denunciados a la Policía y ni siquiera el primer mandatario se salvó de los hechos de inseguridad. Es que Ricardo Ramírez, no estaba en la ciudad y fue llamado por su familia en virtud de que un joven llegó a su domicilio.
El muchacho, de unos 16 años, recientemente liberado por haber sido considerado responsable de un daño en zona del Vivero y con algunos problemas de adicciones, se presentó en su local comercial a pedir supuesta mercadería que el intendente le había prometido.
Cuando su esposa lo llamó por teléfono, el intendente dijo que no había sucedido nada de eso y por tal cuestión, el joven, buscó hacerse por sus propios medios de algo de mercadería. Dio una vuelta al lugar y preparó para llevarse elementos.
A la mujer le pareció raro que los perros ladraban insistentemente y cuando luego chequearon las cámaras de seguridad se encontraron con una escena muy preocupante.
La idea de Ramírez es mantener una reunión urgente con la Jefa de la Unidad Regional XV y, por qué no, llamar al Consejo de Seguridad Ciudadana. Hubo un hecho grave donde a un vecino de la zona del Rancho Grande le pegaron para robarle, hubo hechos de vandalismo en la Escuela Armada y en el Club Miseria, robos en un salón de eventos y otros hurtos menores a lo que se suma el tremendo hecho de dos muertos y carbonizados en Gálvez.
Incluso, el primer mandatario fue un poco más allá: «Es necesario que algunos legisladores comiencen a trabajar en el tema de los menores. Los delincuentes saben que salen rápido y siguen delinquiendo. Hoy pueden votar, pero no se los hace responsables penalmente de reiterados hechos de robos o hurtos. Algo tiene que cambiar, hay que darle más respaldo a las fuerzas de seguridad».