El tema explotó el viernes pero en realidad es tan largo que ya se perdió el registro de cuándo la ciudad comenzó a debatir sobre el trabajo en las quintas de frutilla.
Cada año hay polémica sobre el asunto. Si no es RENATRE es UATRE, sino el Ministerio de Trabajo o bien la AFIP. Lo cierto es que el acuerdo nunca llega y en estos últimos tiempos se agregó el condimento de la existencia de programas que alejan a productores y trabajadores de lo que deben cumplir.
El contador y productor Laureano Delarmelina abordó en detalle el escenario y dejó algunas definiciones interesantes para generar acuerdos que permitan encontrar una solución.
– Laureano, cómo se dieron los hechos?
– La zona ha recibido verificaciones e inspecciones por parte del Ministerio de Trabajo, de UATRE, OSPRERA, AFIP y Gendarmería en los principales establecimiento, no en todos. Generalmente son los mismo que se verifican año a año pero ahora con una modalidad muy distinta.
– ¿Por qué fue muy distinta?
– Se ha «droneado» la zona y han sido acompañados por Gendarmería. Hay testimonios de distintos productores que cuentan que esto es diferente a otros años. No hubo diálogo multisectorial previo de parte de los que han participado de esta instancia.
– A qué le atribuyen esta situación? Han confundido el precio de la frutilla con lo que viven los productores?
– Con respecto al precio de la frutilla yo lo plasmé en una entrevista que me hicieron la semana pasada. La gente por ahí confunde el precio que la fruta tiene en el mercado con lo que termina recibiendo el productor. Como contador y analista de la actividad, puedo decir que lo que recibe el productor no llega al 35% de lo que el consumidor final termina pagando. Con respecto a lo que pasó puedo decir que mi papá me enseñó un montón de cosas y una de ellas es que «los problemas más difíciles son aquellos en los cuales todas las partes tienen razón». Y acá está pasando algo de eso, eso hay que aceptarlo. Nadie quiere que esto continúe de esta manera y todos se tienen que sentar en una mesa.
– ¿Cómo se hace para sentarse en esa mesa para que los productores puedan seguir plantando la misma o más cantidad de hectáreas y que los empleados sean blanqueados?
– Tiene que haber un sólo requisito que es muy sencillo, sentarse en una mesa a escuchar para comprender y no a escuchar para responder. Son actitudes frente a un problema completamente distinta. Hay un montón de prejuicios respecto de los órganos de contralor y un desconocimiento muy marcado de lo que es la actividad y otros prejuicios muy marcados de parte del productor de cuales son sus obligaciones, por lo tanto, en este problemas estoy convencido de que todas las partes tienen razón. Llega esta instancia que es una de las últimas y sentarse en un diálogo para encontrar una solución para todos.
– Son los planes hoy el problema, porque antes también existía el empleo en negro y son planes…
– Yo creo que el problema no son los planes. Es problema es la asimetría. Yo a esto lo conversé con gente de un sindicato. Hay que tratar de encontrar soluciones y obligaciones que tienen que ser para todos por igual. Porque si trato a una quinta de una manera y a otra de otra manera distinta, eso puede causar que una no pueda subsistir y que otra pueda crecer, por lo tanto tiene que haber una solución simétrica para Coronda como para otras zonas también. Todos los productores deben estar embarcados. ¿Por qué es obligatorio encontrarle una solución? Porque una tonelada de frutillas congeladas vale siete u ocho veces más que una tonelada de soja y emplea muchísima más gente. Para eso se requieren un montón de cosas, no sale el producto exportado de los arenales que tenemos en la zona. Es una actividad que la Argentina necesita, tiene mano de obra intensiva y se encuentra en algunas discusiones estériles. Si quiero ir rápido voy sólo, pero si quiero ir lejos, tenemos que ir acompañados.
– ¿Cómo se hace para blanquear, aunque sea algo?
– Yo creo que hay que establecer las condiciones en las cuales se empieza con la formalidad del sector. Eso no es unilateral, yo no puedo encontrar la solución a eso siendo un productor. Es un tema sectorial, tienen que estar todos los productores sentados a la mesa junto con los organismos de contralor porque vamos a encontrar una solución entre todos.
– ¿Cuán cierta es la frase «el empleado me pide que no lo blanqueé»…?
– Es cierto. Uno de los principales problemas con los que se encontraron las inspecciones es que no han encontrado gente para verificar. En algunas oportunidades sí pero en otras no se han prestado a ser verificadas. Es muy acertada la nota porque no deja de ser cierto lo que dijo el intendente de la ciudad, nos encontramos ante algunas imposibilidades. También es cierto lo que dice el órgano contralor: «porque vos no puedas no significa que no debés». Volvemos al mismo concepto: ambas parte tienen razón. Es factible encontrar una solución porque estamos en un momento muy raro y extraordinario. En momentos raros se requieren soluciones raras. Hay que sentarse y reitero una frase de Binner: «en momentos de crisis hay que intentar o errar»