
Debido a conmemorarse ayer 24 de Octubre el Día Mundial de la Lucha Contra la Poliomelitis el Rotary Club Coronda propuso «pintar con luces rojas» las columnas de ingreso a la ciudad.
Si bien en Argentina no se registran casos de poliomielitis desde 1984, la efeméride también resalta la importancia de cumplir con el Calendario Nacional de Vacunación, en especial al tratarse de niños e infantes en periodo de lactancia.
La poliomielitis, la enfermedad viral mortal que llegó a ser la causa principal de la parálisis de una gran cantidad de niños en todo el mundo, está a punto de ser erradicada.
Desde 1988, el número de niños con poliomielitis ha disminuido un 99%, de 350.000 casos en 125 países a menos de 200 casos en la actualidad en solo dos países: Afganistán y Pakistán.
En Nigeria, el tercer país donde la enfermedad es endémica, fue certificado libre del virus de la poliomielitis salvaje junto con la región africana en 2020. Sin embargo, otra forma del virus de la poliomielitis que se presenta en comunidades poco inmunizadas con condiciones sanitarias deficientes se está propagando por partes de Asia y África.
Para eliminar por completo la poliomielitis, cada niño de cada familia debe estar vacunado: sin embargo, miles de niños siguen sin haber recibido la vacuna contra la enfermedad.
Además de las interrupciones de las campañas de vacunación debido a la pandemia de COVID-19, muchos de estos niños viven en zonas aisladas, frágiles y afectadas por conflictos, lo cual hace aún más difícil poder llegar a los niños para proporcionarles vacunas.
Además, las poblaciones masivas de migrantes y refugiados, las discrepancias acerca de la calidad de las campañas de vacunación y la desinformación sobre las vacunas son otros factores que dificultan los esfuerzos para erradicar la enfermedad.
El mundo está a un paso de erradicar la poliomielitis, pero sigue habiendo grandes obstáculos que convierten esta etapa final en la más difícil.