
Mario Ribles, uno de los dueños de la embarcación que naufragó el pasado viernes en la zona de islas de nuestra ciudad, protagonizó hoy un entredicho en la puerta de la Unidad Regional XV de Policía con uno de los jóvenes que había participado del rescate, Juan Ñañe.
Incluso, este sufrió una descompensación tras el hecho y debió ser llevado de urgencia al Hospital en medio de una crisis de nervios. Por suerte ya se recuperó del mal momento.
Todo se desencadenó por una conferencia de prensa en la cual se expresaron los familiares de la persona fallecida y hallada hoy en el río (Miguel Morales, de 69 años). En ese contacto con la prensa local junto a Ñañe se acusó a Ribles de «asesino».
«Desde el primer momento en que los muchachos se fueron a pique con la lancha se tomaron las declaraciones en Prefectura. Estuve en contacto con ellos, incluso con Juan Ñañe. Al señor lo buscamos por tierra y no lo pudimos encontrar. Cuando Juan va a rescatarlo, la gente ya estaba afuera del agua haciendole RCP al pequeñito. Se lo entregan al pescador y viene Prefectura para cruzar al menor. Cuando llegaron a este lado recién me avisan a mí y yo me sumo» dijo Ribles.

«Con otros compañeros fuimos juntando las cosas en el río con una embarcación y un reflector hasta que nos topamos con Prefectura. Estuvimos en el momento y después me vine, rastrillamos toda la parte de la tierra de la isla y me llamó Prefectura para declarar» agregó el pescador.
«Los chicos Ñañe encontraron la lancha y fue ahí que me volví a cruzar para sacar la embarcación entre todos. Eran como las 3.30 de la madrugada. Estuvimos en todo momento, cómo puede ser que salgan al aire a decir que soy un asesino. Yo no tenía ni siquiera participación en el hecho. Fue un fin de semana en el que organizaron un viaje a la isla, iban a pasarla bien y ocurrió una tragedia» agregó Ribles.
Más adelante apuntó que «el chico que manejaba trabaja conmigo y tiene el mismo derecho de manejar la herramienta. Él fue a pasar un fin de semana con sus amigos y todo terminó en tragedia. Yo no estaba enterado de cuantas personas iban pero en esa lancha pesco todos los días unos 500 sábalos, con el tanque de nafta arriba y otro compañero, llevamos hasta 20 mallas».
Finalmente también aclaró que la lancha no estaba rota, que tenía unos daños arriba pero no se hundió por ese motivo, el piso de abajo «no se hacía agua y estaba en perfectas condiciones para navegar». Además Ribles dijo que «seguramente fueron varandose y les entró agua por atrás».
«Decir que soy un asesino es un disparate. Yo dejé asentado una denuncia porque me trataron así en vivo. De la misma impotencia cuando salí los agredí, no me controlé y pasó lo que pasó» finalizó Ribles.