«Cuando estaba en mi pieza pensé que me moría solo»

Damián Orellana estuvo internado en el Hospital nuevo con COVID. Padeció la enfermedad porque se le complicó. A su regreso, la familia lo recibió con mucho amor

Damián Orellana Cabral (28) volvió del Coronavirus. Si bien es muy joven, la enfermedad no lo trató bien y es un claro ejemplo de cómo el virus puede afectar a las personas sin patologías preexistentes.

«Después de muchos días internado , luchando contra el Covid-19 , hoy puedo volver a casa , no hay dudas que fue la batalla mas difícil que me tocó en la vida. Lamentablemente tuve muchos de los síntomas , entre ellos fiebre de hasta 39’8 y falta de aire. Fue una batalla que te toca luchar solo , lejos de los seres queridos pero hoy siento que volví a nacer» dijo orgulloso al ingresar a su hogar.

«Estoy eternamente agradecido al SAMCo Coronda, al Hospital nuevo, a los doctores y enfermeros que me atendieron y a todos los que me escribían para ver cómo estaba mi familia, a los amigos, al Servicio Penitenciario, a los vecinos. Este virus actúa distinto en cada persona, así como podés solo perder el gusto y olfato, te puede golpear tan fuerte que llegás a tener fiebre muy alta , estar sin aire o contraer neumonía» agregó

«Lamentablemente me tocó pasar por eso y yo ni fumo ni tengo ninguna enfermedad. Cuídense , cuiden a sus seres queridos, que este virus te puede llegar a hacer mucho daño. Lo peor es lucharla lejos de los seres queridos» dijo.

Según su relato, el joven corondino contrajo el COVID en la Unidad Penitencaria Nro. 11 de Piñero, ahí hay muchos compañeros afectados. «Arranqué con agotamiento, dolor de cabeza, tos y fiebre. Unos días más tarde perdí el gusto y el olfato pero se complicó más adelante con síntomas más fuertes como el dolor del tórax, agitación y falta de aire» explicó Damián.

«El doctor Bircher nos llamó a mí y a mi familia porque yo siempre estuve en casa aislado de mi familia en una habitación aparte. Ellos no fueron considerados como positivos pero permanecieron separados de mí. Yo mantenía al tanto al doctor de los síntomas que tenía. En los últimos días antes de la internación llamé al 107 porque iba empeorando y decidieron internarme» agregó.

En el Hospital nuevo Damián estuvo siete días internado, de los cuales seis lo mantuvieron con oxígeno porque le era muy difícil respirar. «No me podía acomodar en la cama que ya me quedaba sin aire producto de la neumonía. Los primeros días estuve sólo pero después llegó otro paciente. Es muy feo estar dolorido y sólo. Cuando estaba en mi pieza pensé que me moría solo» narró.

«Me inyectaron de todo, tomé pastillas, anticuagulantes, suero, recibí de todo. A pesar de no tener enfermedades previas la enfermedad se portó muy mal. Por suerte de a poco los dolores fueron desapareciendo. Unas tres veces por días recibíamos controles, entraban con todos los elementos correspondienes, los enfermeros parecían los Caza-Fantasmas, le faltaban sólo los tubos de oxígeno» bromeó.

Damián al regreso a su hogar fue recibido con carteles. Hoy puede contarla. Convive con su mamá, de 48 años, y sus dos hermanos de 25 y 10 que no sufrieron la enfermedad pero igual padecieron los 15 días.