Ariel Máximo “Guille” Cantero, líder de la banda de Los Monos, llegó a su séptima condena. Un tribunal tribunal pluripersonal integrado por los jueces Hebe Marcogliese, Rafael Coria y Pablo Pinto lo condenó este jueves a 22 años de prisión como instigador de siete ataques a balazos, de una serie de 14, ocurridos entre el 29 de mayo y el 28 de agosto de 2018, contra edificios judiciales y viviendas vinculadas a operadores de Justicia que participaron de la investigación que terminó en abril de 2018 en condena sobre el núcleo duro de la banda. La fiscalía había pedido para el líder de Los Monos una pena de 24 años de cárcel.
La penúltima condena de Guille (a 6 años y 8 meses) se dictó en julio del año pasado y fue por amenazar por teléfono en agosto de 2016 al entonces juez de Sentencia Edgardo Fertitta. Unificada esa pena con la de este jueves dejó la pena de Cantero en un total de 28 años y 8 meses. Guille también fue declarado reincidente, hecho que impactará directamente sobre la solicitud de ciertos beneficios en la ejecución de la pena privativa de la libertad.
Con esta condena Guille Cantero acumula en sus 33 años de vida un total de 84 años y 8 meses de condenas. Hecho anecdótico si se valora que según el artículo 55 del Código Procesal Penal de la Nación la unificación de esas penas no podrá exceder los 50 años de reclusión.
Ese es el precio final para cualquier condenado. Lo llamativo es que de las últimas cinco sentencias que recibió, los delitos endilgados fueron cometidos mientras estaba en prisión, situación que no menguó significativamente su actividad criminal.
En ese sentido, el abogado de Cantero, Fausto Yrure, había solicitado en su alegato de cierre la absolución de Cantero al plantear “una serie de nulidades en la investigación” y “por el principio de la duda razonable, ya que la evidencia presentada por los fiscales no arroja certeza positiva”.
Cantero está detenido desde junio de 2013 cuando se presentó voluntariamente ante la Brigada de Judiciales de la Unidad Regional II, que lo buscaba por el homicidio de Diego “Tarta” Demarre, dueño de Infinity Night, el boliche de Villa Gobernador Gálvez frente al cual el 26 de mayo de 2013 fue asesinado su hermano Claudio “Pájaro” Cantero.
Además de Guille fueron condenados como instigadores de los ataques Lucía Estefanía Uberti y su novio Matías Nicolás César, ambos condenados a 20 de prisión por ser penalmente responsables de nueve hechos, entre ellos las balaceras contra el Centro de Justicia Penal y la sede de Fiscalía que funcionó en Montevideo al 1900. Uberti tiene 27 años y César 24. También fueron sentenciados Daniel Alejandro “Teletubi” Delgado, de 31 años; Leandro “Chulo” Olivera, de 32; Leonel Fernández, de 24, y Daniel Oscar Chávez, de 26.
La condena
“Teletubi”, quien estaba detenido cumpliendo condena de 21 años por el Triple Crimen de la Villa Moreno ocurrido el 1º de enero de 2012, fue condenado como instigador de tres hechos a una pena de 12 años y 6 meses que unificada quedó en una pena única de 33 años y 6 meses. Delgado también fue declarado reincidente.
El “Chulo” Olivera fue sentenciado por tres hechos a la pena de 11 años; Fernández a 8 años de condena por el ataque a Fiscalía de calle Montevideo, una resistencia calificada a la autoridad y una portación de arma de guerra; Y Chávez fue sancionado con 7 años de prisión como instigador del ataque con una granada de gas lacrimógeno contra la sede de la entonces Policía de Investigaciones (PDI, hoy Agencia de Investigación Criminal) en Lamadrid al 500. El que arrojó la granada, dijeron los jueces en el fallo, fue un pibe de 14 años, incidencia que agravó la acusación por la participación de un menor de edad.
Los fiscales Matías Edery, Miguel Moreno, Aníbal Vescovo y Gastón Ávila habían solicitado para Cantero, Uberti y César una pena de 24 años de prisión; para Teletubi Delgado y el Chulo Olivera, 13 años de cárcel; para Fernández, 12 años y para Chávez, 9 años y medio de prisión.